viernes, 21 de enero de 2005

La hora de George Bush... y de Condoleezza Rice

Ayer tomó posesión George W. Bush de su segundo mandato al frente de Estados Unidos. Y con él, como Secretaria de Estado (es decir, como Ministra de Asuntos Exteriores) estará Condoleezza Rice. La política exterior será, junto a la política económica, uno de los ejes principales de este nuevo periodo presidencial. En ese sentido es de destacar la actitud de Rice, partidaria de una línea dura en política exterior, siendo también firme defensora de la llamada guerra preventiva, por la cual Estados Unidos toma la decisión de atacar a cualquier enemigo que pueda atacarle a él antes de que lo haga.

Al respecto de lo anterior, cabe tener en cuenta que todo apunta a que Estados Unidos está empezando a considerar como el país más peligroso del mundo para su seguridad a Irán, desplazando de ese lugar a otros países como Siria y Corea del Norte. Y ello es debido a la amenaza que supone para el mundo en general y para Estados Unidos en particular el programa nuclear iraní. A menos que Irán renuncie de forma comprobable a sus intentos de tener armas nucleares, todo apunta a que la tensión va a aumentar con Estados Unidos; e incluso no se puede descartar que, si la amenaza nuclear iraní fuese en aumento, Estados Unidos tomase la decisión de iniciar una guerra preventiva contra Irán, de características similares a las que ya llevó a cabo contra Afganistán y contra Iraq.

Por otra parte, cabe destacar la intención que Condoleezza Rice tiene de prestar una especial atención a América Latina. Dentro de ese contexto, es importante resaltar las palabras de Rice sobre el Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, de quien dijo que es una "fuerza negativa" en la zona, por tres razones: por los problemas que está creando con los países fronterizos, porque está intentando suprimir a la oposición, y por estar dando total apoyo al régimen comunista cubano (el mayor enemigo de Estados Unidos en la zona). En principio parece que Rice tiene previsto comenzar una ofensiva diplomática contra Chávez en la Organización de Estados Americanos. Pero tampoco son descartables otro tipo de medidas que pudieran ir encaminadas a sacar a Chávez del poder.

Llegados a este punto cabe preguntarse lo siguiente: ¿Y donde entra España en ese tablero de la política exterior estadounidense? Espero que, como mal menor, en ninguna parte. Porque todo apunta a que la actitud de Estados Unidos hacia España en la presente etapa, con este lamentable Gobierno socialista, se resume en una sola palabra: Desprecio. Desprecio es lo que hizo Bush al no devolverle la llamada a Zapatero cuando éste intentó felicitarle por haber ganado las elecciones (lo cual el mismo Zapatero acaba de confirmar). Desprecio es lo que sufrió el rey Juan Carlos cuando intentó que Bush le recibiera en una visita oficial en la Casa Blanca, y en lugar de ello lo único que obtuvo fue una visita privada en el rancho que los Bush tienen en Texas.

Lo ideal sería que de ese desprecio se pasara a una relación positiva. Pero para eso sería necesario que la política exterior española cambiase, dejando de ser una política ideologizada y aislacionista para ser una política pragmática y constructiva. Y ese cambio, con Zapatero y Moratinos, parece más bien difícil. Por eso dije que confío que, como mal menor, España siga recibiendo de Estados Unidos solo desprecio. Porque la cosa podría ser incluso peor. Y es que solo hace falta que Zapatero y Moratinos se metan donde no les llaman, sobresaliendo de los demás países de la Unión Europea para enfrentarse a Estados Unidos al respecto de la cuestión iraní; o que los mismos personajes, también metiéndose donde nada tienen que ver, se pongan incondicionalmente del lado del venezolano Chávez cuando Estados Unidos tense la cuerda. En cualquiera de los dos casos, España podría dejar de merecer el desprecio de Estados Unidos, para ser considerado un adversario, tal vez no públicamente, pero sí privadamente y en la práctica. Y en ese caso las consecuencias no serían nada agradables para España. Consecuencias que no solo pagarían Zapatero y Moratinos, sino tal vez todos los españoles.

Y es que con Bush no se juega; y con Rice tampoco. Esperemos que Zapatero se dé cuenta; y Moratinos también.

2 comentarios:

  1. Gracias, Topgun, por tus felicitaciones.

    Sobre las ironías de los grupos izquierdosos sobre Condolezza Rice, llegué a leer en algún sitio algo así como "tenemos que buscarle un novio a la negrita". Lamentable.

    Y es que la izquierda se cree que tiene el monopolio de los avances sociales. Pero la realidad es muy distinta.

    Te deseo lo mejor con tu blog.

    Un cordial saludo.

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  2. Condoleezza Rice es una tía con muy, muy mala leche, aunque algunos crean que es la Madre Teresa del siglo XXI.

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